En el interior de cualquier proyecto el techo, o cielo, suele ser la resultante de los procesos constructivos. Si trabajamos con hormigón, en madera, o incluso si mezclamos componentes, uno puede lograr una infinidad de cosas, que dependerá de las ideas de arquitecto y por supuesto del propietario, pues todos quieren una casa adecuada a sus gustos, y muchas veces eso no se logra desde la obra gruesa, por eso hay caminos alternativos para lograr esos espacios agregando elementos adicionales y así llegando al resultado más óptimo.
En ese sentido, es que el cielo falso está tomando terreno en lo que es terminaciones, es una manera de adecuar los espacios a la necesidad del hogar, con un elemento pequeño, y que pasa desapercibido, logrando así el efecto que se busca a nivel técnico, estético y espacial.
Los cielos falsos son un detalle sencillo, manejable para lograr un espacio prolijo y bien diseñado. Todo siempre asesorados por buenos profesionales es que habrá que tomar en cuenta las alternativas de los cielos falsos, qué sirve más para cada proyecto, para cada zona y cómo potenciar los espacios de esta manera.
El mismo nombre nos da una pista, pero la duda queda en su implementación. El cielo falso, es una alternativa para aislar, ocultar o simplemente condicionar una habitación, generando una superficie del techo que no es la real, o la que está directamente más arriba.
Esto se logra generando una estructura llamada Cenefa, que puede ser de madera, metalcón o incluso de acero, que se sobrepone al techo directo, esto puede ser entre 20 a 60 cm o más, y sobre esta se colocan planchas final. Así logramos una superficie más baja que la del techo normal, que podrá tener varias funciones.
Este tipo de soluciones son importantes para lograr un efecto simple y económico. Su uso puede darse tres casos:
La cenefa, el nombre que recibe la estructura que sostiene todas las planchas, puede ser hecha prácticamente de cualquier material, sin embargo hay que tener consideraciones con la resistencia ante el peso, como puede ser en aquellos casos que el cielo esté pensado para sostener luminarias, como también debe ser ligero, pues hay que considerar que es un entablado que colgará del techo, lo cuál si no tiene buen agarre puede ser un verdadero problema.
En ese sentido lo recomendable es que tenga por lo menos dos superficies paralelas de elementos estructurales a las que pueda aferrarse. Si hay muros de tabiquería hay que tener un poco más de cuidado, pues debe aferrarse a los perfiles directos detrás del muro, no a la plancha de la superficie.
Allí es que el material más usado suelen ser perfiles de acero galvanizado como lo es el metalcón, o simplemente un palillaje de maderas muy ligeras. Pero siempre pensando en la estabilidad, y el agarre que tendrá en la habitación. Es recomendable además colocar perfiles separados de 40 a 60 cm, que no tendrán un uso mayor que agregarle rigidez a toda la estructura. Eso tanto en el sentido horizontal como el vertical
Luego el cielo mismo, es decir, aquello que se ve desde abajo, tendrá completa relación con el efecto que se quiera lograr, por lo que hay distintas alternativas en el mercado:
Hasta el momento es una buena alternativa, manejable y que se ajusta a muchos presupuestos. Puede ser lo más fácil si se quiere algo rápido, como también si se busca lo más bonito, sin embargo puede ser un complemento ideal para arreglar esos pequeños detalles que quedaron pendientes.
Ya sea para la casa o la oficina, para la cocina o el dormitorio, el cielo falso puede ser el camino que más alternativas nos dará, que más facilidad traerá a la hora de convertir el espacio personal en un lugar ideal.
֎ Te recomendamos que veas el uso de esta clase de tácticas en estas 13 ideas de cielo falso con luces LED que puedes hacer en casa