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Las paredes desnudas no siempre son del gusto del todos. Es cierto que si la habitación cuenta con un mobiliario poderoso y llamativo no hace falta adorno alguno para enmarcarlos, o que un papel de pared con un estampado colorido no necesita más para dar calidez al cuarto, pero lo habitual es que utilicemos nuestras paredes para darle un toque personal a las estancias.
Pero ¿cómo podemos decorar nuestras paredes? Desde los tradicionales cuadros a los espejos, pasando por las siempre elegantes estanterías. Hacemos un original repaso por esos objetos que pueden llenar de vida nuestras paredes.
Si concebimos las paredes de nuestra casa como auténticos lienzos en blanco y dejamos aflorar nuestra creatividad, el resultado puede ser simplemente excepcional. Esta pared se ha decorado con un onírico mural que representa un árbol y que cobra vida, volviéndose tridimensional, con las casas de pájaros hechas en cartón que cuelgan de sus ramas. Si cerramos los ojos, es posible que escuchemos incluso el canto de los pájaros.
Este mural forma parte del espacio de coworking La Manual. Puedes leer acerca del proyecto en el artículo La Manual: creatividad con una pizca de amor.
Los cuadros en la pared son un clásico de la decoración. De todos los estilos y tamaños, un cuadro siempre atrae todas las miradas, por eso es importante elegirlo bien. No solo nos tiene que gustar, también es importante que vaya con el resto de la decoración del salón, así como elegir un marco adecuado para el mismo. Si no nos ponemos de acuerdo sobre cuál escoger, siempre podemos exhibir todas las opciones en la pared. Un marco sin cuadro es a veces tan decorativo como el cuadro mismo y mucho más barato.
Esta falsa ventana nos trae un skyline de lo más urbano y es imposible que pase desapercibida. Mucho más impactante que un cuadro, los murales son parte misma de la pared y una herramienta de decoración muy personal y original.
Los espejos son un gran recurso en la decoración de las paredes, no solo por su función estética, también porque son un buen recurso para ampliar habitaciones y dotarlas de más luz. Este espejo, además, es de lo más original, tanto por su increíble marco, que lo rodea como si de los rayos de sol se tratara, como por el hecho de que se trata de un espejo convexo, que refleja una imagen de lo más peculiar.
Decorativamente, los libros visten las habitaciones. Una casa con libros es una casa habitada y una estantería repleta, da color y un toque sofisticado e intelectual que va muy bien para algunos ambientes de nuestro hogar. Las estanterías pegadas a la pared son, por tanto, un buen elemento decorativo para los muros de nuestras casas. En esta habitación, donde el color que prevalece es el blanco, los libros dan el toque de color y desenfado que necesita el cuarto.
Ya lo dice el refrán: si no puedes con el enemigo, únete aél, lo que en decoración de interiores se traduce en aprovechar los aparentes inconvenientes para convertirlos en ventajas. Eso es lo que se ha hecho aquí. La colocación de un luminoso supone dejar a la vista la maraña de cables. En vez de tratar de ocultarlo, aquí se ha jugado con él, adosándolo a la pared con un dibujo determinado. Una decoración sorprendente y original.
