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Estamos acostumbrados a destacar los mejores proyectos de nuestro país, y hoy no es la excepción, porque Thomas Löwenstein diseñó una increíble vivienda en medio del balneario Los Molles, un refugio exquisito, elegante y sofisticado que no deja indiferente a nadie. En medio del paisaje seco, esta casa se eleva con distintos niveles y líneas simples y rectas, las que con su original forma dan vida a una casa acogedora, ideal para pasar las vacaciones, y que gracias a su comodidad, es un refugio ideal para vivir eternamente.
Si estás deprimido, te aseguro que una vivienda así te quita hasta el peor problema de tu vida ¿No me crees? ´Pues recórrela junto a mi.
El primer piso en sí está compuesto de espacios comunes, tanto interiores como exteriormente. En cambio, la segunda plana concentra los dormitorios, los que tienen una vista hacia el otro lado, y por ende, comparten el paisaje de la extensa playa de los molles. Uno de los dormitorios que más goza de la vista es el principal.
Ubicada a metros del balneario Los Molles de la Quinta Región, esta casa resalta por la elegancia de su arquitectura, la que se nutre de líneas simples y rectas entre sí. En un terreno de media hectárea, que además contaba con una pronunciada pendiente, Thomas Löwenstein proyecta una casa que está hecha casi en su totalidad de madera nativa. Para lograrlo, fue necesario construir en la zona más llana del terreno, a modo de otorgar mayor solidez a la estructura. El mar lejano en el horizonte, acompaña la vista del segundo módulo de esta vivienda.
Desde acá se aprecian los dos niveles que componen el proyecto, lo que permite gozar de una exquisita vista hacia la playa y también los alrededores de la casa. En palabras del arquitecto, es un hecho que da continuidad espacial y pone en relación el interior de la vivienda con lo lejano.
El volumen de menor altura corresponde al primer nivel que es el área de visitas, siendo el segundo, una terraza panorámica donde se ubica en la parte superior.
El primer piso se asentó perfectamente a los desniveles y pendiente del terreno. Permitiendo así sacar provecho del lugar y crear espacios que están más abajo u arriba. Los grandes ventanales del lugar permiten enmarcar la vivienda y gozar de un gran espacio interior abierto, conviviendo las habitaciones entre sí y disfrutando de la conexión con el exterior que otorgan también las ventanas.
La fachada posterior mira hacia la pendiente del terreno, aquí la cantidad de ventanas fue reducida a lo necesario para iluminar el interior, principalmente los espacios de accesos. Una gran diferencia si se compara con el primero piso, que cuenta con el estar y comedor, y en el que los ventanales ocupan un lugar protagónico, permitiendo una rica entrada de los rayos solares. La fachada sur oriente da cabida a las principales vistas del lugar.
Aunque cueste creerlo, la materialidad del proyecto es principalmente madera, lo que permite ser más amigable con el medio ambiente. El color negro y la iluminación medida y tenue, fueron pensadas con un propósito, que es logran disolver el volumen de la vivienda al anochecer, permitiendo así que se camufle con el paisaje que rodea la zona.
Tal como suelen decorar las casas de campo o de vacaciones, esta vivienda emplea un estilo rústico moderno, con hermosos detalles en los textiles y en la madera interna de la casa, la que cuenta con una hermosa pátina en blanco.
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Sin duda, la madera es la gran protagonista en esta vivienda, la podemos apreciar tanto en el interior y exterior, como también en los muebles principales, siendo la mesa principal uno de ellos.
