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Entre las provincias de Gipuzkoa y Bizkaia, en un paraje excepcional dentro de la localidad de Bergara se sitúa el baserri al que os llevamos hoy. Baserri se traduce al castellano como caserío y combina las palabras baso, que significa bosque y herri que significa pueblo, y es la vivienda tradicional del País Vasco, País Vasco francés y Navarra. Los caseríos unían en un solo edificio la vivienda, los establos y el pajar, y sustituyeron a las antiguas cabañas de madera con techos vegetales.
Una parte de este baserri fue por el incendio que sufrió y tuvo que ser reconstruido. El equipo de profesionales de Lidera doméstica fue el encargado de realizar este trabajo y de devolver a la vida a esta antigua construcción.
El incendio que afectó a este caserío no dañó de manera especial sus muros, pero la cubierta y la estructura tuvieron que ser renovados.
Los interiores lucen ahora como nuevos, las vigas y las paredes de piedra se han dejado vistas y el carácter tradicional y antiguo de la vivienda luce en todo su esplendor. ¿Os apetece descubrir su interior?
Por la puerta principal entramos directamente al espacio que se convertirá en el salón de la vivienda. Un pavimento continuo acoge un baúl de épocas pasadas y apoya sobre él robustos muros de piedra. La roca se ha dejado vista a la izquierda de la estancia y a la derecha el nuevo revestimiento nos devuelve al presente.
Al igual que la piedra en las paredes, las vigas y columnas se han dejado vistas y sobre ellas descansan los nuevos elementos de madera.
Llegamos ahora a la cocina. Este espacio es un claro ejemplo de como las nuevas técnicas pueden ayudar a aumentar el valor de las construcciones antiguas.
Familias enteras solían vivir en los caseríos y la cocina era el núcleo de la vivienda. Los diseñadores no quisieron arrebatarle la esencia a esta renovada estancia y juega un papel principal en el nuevo diseño. Junto a la pared del fondo una vieja cocina restaurada mantiene parte del carácter de entonces. El toque contemporáneo lo da la isla de cocina junto a la columna.
La escalera que da acceso a las distintas plantas de la vivienda también tuvo que ser reconstruida. El diseño del nuevo elemento es muy actual pero sin embargo encaja perfectamente dentro del antiguo baserri.
El vidrio ha sido el material elegido para una de las paredes permitiendo así que la iluminación natural inunde el recorrido de la escalera.
Peldaño a peldaño llegamos al espacio bajocubierta. El nuevo tejado a dos aguas se ha convertido en un fabuloso techo de madera que se mantiene cerrado sobre la estancia pero también se abre al exterior. En la nueva estructura se ha incorporado un lucernario encargado de arrojar luz a este espacio que de otra forma se vería, por su geometría, demasiado oscuro.
Aún sin amueblar entramos al nuevo dormitorio de la vivienda. Uno de los elementos que más llama nuestra atención son las contraventanas que tras ser restauradas lucen como nuevas. Las vigas en la parte inferior y superior de las aberturas se han dejado vistas enmarcando así las ventanas.
La última parada en el recorrido la hacemos en uno de los laterales de la vivienda con el paisaje asomando tímidamente. Desde aquí podemos apreciar la entrada en arco y el amplio portón que da acceso a la vivienda.
Terminamos el recorrido por esta extraordinaria vivienda, pero si te apetece seguir leyendo sobre proyectos rurales no te pierdas: La rehabilitación de una casa rural en el Pirineo catalán.
