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Las entradas nos ayudan a conquistar a nuestras visitas antes siquiera de que los invitemos a reposar en la sala, tomar un poco de té o café en el vestíbulo, incluso antes de que miren nuestra linda colección de plantas que componen el jardín.
Esa es la principal razón por las que debemos de prestarles, siempre, la atención que merecen: mantenerlas limpias, darles mantenimiento, y añadirles toques de autenticidad como: incluir escaleras en su composición. Y para muestra tenemos algunos ejemplos formidables abajo. ¡Disfrútalos!
Con sólo un escalón puede ser más que suficiente para una entrada; ya como truco para que no se vea solo, la superficie frente a la puerta puede ser decorada como dicho escalón y así se generará la idea de un conjunto.
Aunque lo habitual es ver entradas acompañadas de escaleras de concreto, hay muchos materiales que también son funcionales para ello: madera, hormigón, lajas, aluminio. Y si ya cuantas con escalones de concreto, también es posible recubrirlas.
Piezas grandes de madera que sólo se tocan en sus esquinas, son perfectas para generar escalinatas prolongadas pero no muy altas. Mira arriba y nos entenderás.
Con un par de escalones es más que suficiente para tener el dinamismo visual que sólo las escalinatas nos pueden dar, la dimensión de cada uno dependerá de qué tan alta esté la construcción; es decir, la altura se divide entre dos y ya se tiene el área de cada escalón.
Si ni a ti te encanta subir muchos y cortos escalones pero la idea de acompañar con estos elementos a tu entrada te tiene cautivado o cautivada, entonces colocar grandes piezas, alejadas los suficiente para que más que escaleras den una sensación de rampa con ligeros relieves.
Esta idea tiene un número considerable de escalones y luce fabulosa, aunque ya requiere mayor esfuerzo de nuestras visitas, ¿cómo aminorarlo?, haciendo un descanso justo a la mitad.
Si tienes el presupuesto no dudes en combinar escalones y rampa, así tu entrada será amigable para todo tipo de personas… además de que se genera una combinación fabulosa.
Lejos está la idea de que cada escalón debe estar ubicado perfectamente con los demás, ahora se pueden hacer desplazamientos con el fin de que la escalera se adecue a la forma y diseño de la fachada.
Tener algunos escalones justo enfrente de la entrada ayuda a que no se sienta muy alta la casa, recuerda que lo ideal es que las construcciones es que estén por encima del suelo. Aunque dicho efecto se logra cuando los escalones están acompañados de descanso al inicio y al final, sino las visitas ven escaleras continuas y se cansan antes siquiera de subirlas.
Si no tienes duda alguna de que quieres acompañar tu entrada con una majestuosa escalera, entonces coloca los escalones que gustes, mínimo más de cinco para que se muestre con presencia.
Independientemente de la forma y acomodo de la escalinata no hay que dejar de lado que debe de combinar con el diseño de la entrada, pues su presencia ahí la hace partícipe de la composición del área.
Esta idea nos tiene cautivados; y es que combinar escalera con porche es una idea formidable: se tiene el dinamismo de los escalones y el acceso más fácil y práctico hacia el porche.
Independientemente del diseño que estés tendiendo en mente, la escalera de la entrada merece tener un material que la haga durar mucho tiempo, los metales para dicho fin son perfectos; y el diseño de arriba nos demuestra que lucen geniales.
Esta linda casa nos dio una idea formidable para incluir escaleras en la fachada: colocarla e irla postergando hacia un lado de la construcción, así se rompe la idea habitual, es decir, se genera mayor originalidad y dinamismo.
No podemos cerrar sin dejar claro el máximo beneficio de las escaleras en la entrada: brinda una continuidad fabulosa, es decir, con escalones es más que imposible que algo en la fachada se vea desconectado.
