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Tuvo su auge en los años 60 y 70 y después de unas décadas condenado al olvido, el papel pintado vuelve a resurgir con fuerza. Ahora se ha reinventado a sí mismo y vuelve a ponerse de moda en los ambientes decorativos. Los diseños y patrones han evolucionado y ofrecen una gama mucho más amplia y original que antes. Conservan, eso si, la misma facilidad de poner y de quitar, así como de mantenimiento ya que la mayoría de materiales son lavables.
Es un recurso cómodo y asequible cuando queremos cambiar el aspecto de alguna de nuestras habitaciones, salones, cocinas e incluso baños. Proporciona color más allá de cualquier pintura decorativa por la gran cantidad y variedad de motivos gráficos existentes; muchos de ellos son resistentes a la humedad y por ello son adecuados para espacios como cocinas y cuartos de baño si queremos huir del clásico azulejo. Te invitamos a ver diferentes aplicaciones sobre el papel. Pintado por supuesto.
Muchos de los papeles pintados de la actualidad son resistentes a la humedad por lo que resultan aptos para estancias como los cuartos de baño. Son muy fáciles de limpiar, como ya hemos mencionado, y la única precaución es instalarlos cuidadosamente para evitar la formación de las típicas bolsas de aires que impiden la fijación completa. Una vez superada la prueba el resultado salta a la vista.
Siguiendo con las rayas, la disposición horizontal amplía visualmente el espacio. Se puede jugar combinando el papel pintado con la pintura en algunas paredes consiguiendo un efecto mucho más original y creativo, como el que se obtiene en este salón. El color azul domina la mitad superior de una de sus paredes y juega con el blanco en el papel pintado para cubrir la parte inferior. La división entre ambas zonas crea un línea de horizonte cuyo resultado es un efecto amplio y agradable evitando la sobrecarga cromática.
Lo bueno del papel pintado es que podemos aplicarlo a cualquier estancia de la casa. En los espacios amplios podemos decantarnos por diseños en los que se multiplican los detalles, como el que muestra la fotografía. La combinación de los tonos blancos y rojos y el delicado estampado floral, del fabricante Disbar, llenan de vida un distribuidor que reparte su belleza por toda la casa.
Una de las posibilidades mejor valoradas a la hora de elegir el tipo de papel para un salón, dormitorio o pasillo, son las rayas. No pasan de moda. Las rayas en cualquier pared aportan siempre un toque elegante y distinguido. Existe una paleta muy amplia en formatos y colores, desde líneas gruesas y finas, hasta líneas irregulares, horizontales o verticales. Deja que sea tu propio estilo el que marque el patrón y aléjate de la monotonía de otras opciones.
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El patrón repetitivo estuvo muy de moda durante el siglo XIX y vuelve a ser tendencia hoy en día. En la imagen os mostramos un diseño vegetal en tonos ácidos que se repite una y otra vez a lo largo de la pared. Si te gusta este tipo de estampados y has decidido colocar el papel tu mismo, recuerda que debes tener mucho cuidado al pegarlo a la pared para que los dibujos queden perfectamente alineados.
Otro motivo muy recurrente en los papeles pintados son los juegos con figuras geométricas que se aproximan a un estilo artístico mucho más abstracto. Su efecto es muy impactante y no deja a nadie indiferente. Transmiten movimiento, dinamismo y modernidad. Si no se nos va la mano a la hora de elegir este motivo podemos obtener un efecto muy atractivo y cautivador.
También existen papeles pintados que imitan o recrean texturas o cualquier otra imagen realista. En la fotografía de este espacio, vemos una estantería de libros impresa sobre el papel pintado que da el pego, nunca mejor dicho, creando un ambiente artificial de biblioteca o sala de lectura a un triste y deshabitado pasillo.
Igual que sucedía con los cuartos de baño, en la cocina existen muchas más humedades y vapores que afectan a los revestimientos. Los papeles pintados son muy resistentes a estos agentes y tenemos un abanico más amplio a la hora de elegir motivos ornamentales. En esta cocina se ha optado por efecto de arbolado y ramas secas que combina perfectamente con el mobiliarios de la misma añadiendo un toque natural a la estancia.
En los dormitorios abuhardillados, el uso de papel pintado es un recurso muy coqueto ya que la reducida dimensión de las paredes convierte este material en un sutil toque decorativo. Los motivos florales siguen imponiéndose de forma más clásica sobre otros diseños y son una elección segura cuando queremos darle a nuestro dormitorio un aire relajado y sosegado que favorezca el sueño y el descanso.
El papel pintado decora. De eso no hay duda y además genera por sí solo un ambiente específico. En esta imagen, el estampado elegido convierte a un distribuidor cualquiera en una sala llena de vida y energía positiva, el azul celeste y las flores flotando en la pared crean una atmósfera única y agradable. Ideal para refrescarse cada vez que pasamos de una estancia a otra.
