En este pequeño departamento de 50 m2 vive una pareja con una hija adolescente. La familia vivía en una casa más grande. Sin embargo decidieron que les gustaría una vida más compacta y fácil, pero sin perder la comodidad de un hogar contemporáneo.
Para conseguir la casa perfecta, intervino la creatividad y buen gusto de la diseñadora de interiores Vanessa Mani. El proyecto integra colores como naranja, azul y verde en accesorios y muebles, de una manera libre y equilibrada. Al mismo tiempo, en algunos espacios se escogieron composiciones más sobrias. ¡Comenzamos!
Los dos asientos cubiertos de tela de colores jerarquizan el espacio. Mientras tanto, la lámpara de metal le da un toque más moderno a la habitación. El color en las paredes es muy acertado, el lugar se hace mucho más cálido.
El tono de las sillas combina con algunos objetos de decoración como almohadas. Se crea un contraste interesante de colores y texturas logrando que el lugar se vea mucho más acogedor y fresco.
Los colores neutros en las alfombras y en el sofá combinan con el resto de los elementos de manera vibrante. La iluminación natural indirecta en las paredes hace que el espacio se vea más moderno y le da un aire sofisticado.
En esta esquina, se puede ver cerca de las diferentes texturas que conviven en este espacio. El recubrimiento con dibujos en el sofá, la pared en tono dorado, la cortina lisa y clara y los almohadones ofrecen un ambiente de lujo.
La mayoría de las casas más pequeñas tienden a adoptar el truco del espejo para hacer que el espacio parezca más grande. Y este departamento no es una excepción. ¡Mira!
En pequeño departamentos, la idea de integrar las estancias es perfecta para optimizar el espacio. En este caso, el plan incluye la sala, comedor y cocina.
El diseño de iluminación de este comedor incluye variedad de luces, que también sirven como elementos decorativos.
Cuando la puerta corrediza, que se conecta o se separa la cocina del comedor, está cerrada, el lugar recibe un toque más sofisticado. Además los objetos decorativos de cristal, la mesa ovalada de color perla y en las sillas en madera natural y tejido sintético permiten que el espacio se vea aún más encantador.
La pared de la cocina se retiró y se transforma en un mueble para almacenar utensilios o alimentos. La solución es sencilla y muy acertada.
El banco, con revestimiento negro, ganó mayor iluminación gracias a la tira de LED. El espacio cobra vida y estilo con pequeños detalles. ¿No te parece?
El baño es pequeño, pero se ve un poco más grande gracias al espejo y la interpolación de colores, siendo el blanco el tono conductor. Pero lo más destacado es el muro cubierto en tonos negro y verde.
El cuarto principal también es bastante pequeño, pero muy cómodo. La decoración en colores claros consigue un excelente contraste con el rojo de la manta y las almohadas.
Una clave para ganar espacios: colocar los muebles en las paredes y dejar un espacio central libre para la circulación, hace que esta habitación se vea más grande de lo que es.
Finalmente, en el cuarto adolescente, el mobiliario se encuentra todo planeado y equipado como si fuera un Lego. La cama se ubica justo debajo de la ventana y se colocó una mesa de café y un soporte para la televisión en el fondo. Al lado se encuentra el armario. ¡Perfecto!
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